Moverse a un Nuevo Lugar es Vivir

Quiero contarte como estar en un nuevo lugar puede cambiarte. Personalmente esta experiencia ha transformado la forma en la que veo la, vida lo que valoro ella y como la enfrento. Y es que estar en nuevo lugar nos obliga a adaptarnos, las nuevas sensaciones nos llevan a reinterpretar el mundo a veces a cambiar de opinión y/o nuestro comportamiento.

 Para enfatizar el cambio que he vivido quiero darte un poco de contexto sobre mi vida.

Vivir Guiado En casa

Soy de un pueblo pequeño y provengo de una familia con recursos económicos limitados pero suficientes para tener una buena vida. Mi infancia y adolescencia en casa de mis padres se centraron principalmente en trabajar, ayudar con el negocio familiar, participar en la religión Cristiana los domingos, escuchar sermones y canciones Cristianas en casa y asistir a una escuela secular.

En casa de mis padres los valores basados en la religión Cristiana eran muy importantes. Siempre se hablaba con respeto y honestidad, evitando el uso de palabras ofensivas, se procuraba como algo muy importante siempre hacer el bien. Interiorice estos valores y cuando entre en contacto con el mundo exterior en la escuela las cosas no tenían sentido para mi, todo parecía caótico y desordenado, los compañeros de la escuela eran crueles, gritaban y peleaban. Definitivamente los valores de casa no era la norma afuera y nunca me adapte por completo a este mundo donde el mas fuerte es el que obtiene lo que quiere y no el mas justo, noble y el que tiene la razón. Los valores estaban a la inversa pero yo no lo notaba solo me parecía confuso y desconcertante así que prefería mantenerme alejado. Después de todo, en casa tenia un refugio seguro lejos de esa competencia y reglas del exterior.

No estoy muy seguro exactamente como sucedió, pero en esa época también construí mi plan de vida: estudiar, trabajar, ser exitoso en lo profesional y económico, comprar una casa y tener una familia. Ese era mi plan.

Ciudad y Trabajo

Siguiendo mi plan de vida, después de la universidad seguía trabajar así que me mude a Ciudad de México donde conseguí un buen trabajo, solo me faltaba una cosa, una familia pero con el paso de los años la familia no llegaba y el trabajo comenzó a ser mi único motivo de vivir lo único que valoraba era el trabajo y cualquier cosa que pudiera comprar con el dinero que ganaba, no tenía otro tipo de preocupación o meta mas allá de eso por lo que en verdad para mi en ese momento mi razón de ser solo era el trabajo. La ciudad y la oficina presentaron para mi un entorno de competitividad y riqueza, siempre rodeado de restaurantes y muchas cosas materiales lujosas empecé a valorarlas y a desear reconocimiento profesional, poder e influencia. En el ámbito laboral es una aspiración muy común, sin embargo no pude lograrlo, no sabia muy bien como alcanzar estas metas, no bastaba con seguir las reglas, tener una constante disciplina, resiliencia, trabajar duro, ahora me doy cuenta que no tenia las habilidades sociales necesarias, ni astucia, confianza y garra para destacar, no sabia como jugar al juego de las relaciones de poder, sin embargo con las habilidades que tenia trate de conseguir mis metas profesionales sin mucho éxito y frustración.

Encuentro con la realidad

Llegue a un punto en el que mi guion de vida automático había terminado, seguir el juego del sistema me había traído hasta ahí y aunque no había sido el mejor estudiante ni el mejor profesional no lo había hecho tan mal, lo que había logrado era aceptable para mi, lo único que no había podido hacer es formar una familia, Al igual que cuando era niño seguía sin entender mi entorno y no sabía como acercarme a las mujeres, en retrospectiva veo que además tenia muchos prejuicios que me hacían rechazar a la gente, la juzgaba como personas tontas, vulgares y malas, mis valores y forma de pensar de una manera arrogante no me permitían aceptar o intentar aceptar la manera diferente de ser de otras personas, sin embargo si deseaba conectar con las personas solo que no sabia como hacerlo, no las entendía, en el fondo solo estaba confundido y  asustado de todo mundo y me protegía adoptando una actitud de superioridad, una mala estrategia que resultaba en alejarme que era justo lo contrario de lo que quería, no tiene sentido lo se, pero alguien dijo que dentro de cada uno hay una multitud y parece que aveces se contradicen entre ellos.

Sin un camino claro por delante

De repente me encontré sin un camino claro que seguir, estaba a la deriva, siempre había sido guiado por sistemas y planes, primero por mis padres y la escuela, después por el trabajo, de cierta manera estaba seguro mientras me mantuviera en el sistema pero fuera de un sistema que me dijera que hacer y con mi plan fallido de formar una familia estaba desorientado, veía como el tiempo pasaba y no lograba ninguna meta ni a mediano ni largo plazo, cosas que les pasaban a otros amigos naturalmente al momento de relacionarse como tener familia o socializar en fiestas a mi no me habían pasado, no entendía porque y no había un sistema o escuela para conseguir una familia o un curso para aprender a hacer amigos, realmente no sabia como enfrentar el resto de mi vida. En mi búsqueda de saber que hacer decidí probar cosas nuevas, intente emprender un startup, jugar tenis, correr, involucrarme en la iglesia, aprender piano, jugar video juegos. pero realmente no encontraba un sentido en ninguna de esas cosas y las dejaba al poco tiempo. Entre esos intentos instale Tinder para conocer chicas, así fue como conocí a Anabel, salimos algunas veces, hacia mucho que no tenia atención por una chica guapa, me sentía muy atraído por ella y muy feliz de tener alguien con quien compartir un poquito la vida, pero no sabia como dar el siguiente paso para tener una relación mas profunda así que las cosas no salieron bien, no obstante en algún punto surgió el plan de viajar a la playa juntos, ella sugirió puerto escondido, honestamente viajar no es algo que estuviera en mis planes, no me gustaba moverme fuera de la ciudad. Finalmente no hicimos ese viaje

Tiempo después me vi en la necesidad de tomar vacaciones pero no sabia a donde ir, no estaba emocionado por viajar, realmente no quería ir a ningún lado, pero recordé puerto escondido así que fui allá, mi plan era ir una semana, disfrutar ver el mar, tirarme en la playa, y regresarme a la ciudad para seguir con el mismo estilo de vida.

Un nuevo mundo para experimentar nuevas cosas

Llegue a puerto escondido sin grandes expectativas, no lo note de inmediato pero con el tiempo me di cuenta que el personal del lugar donde me hospedaba era muy amable y relajado, era fácil conversar y reír con ellos, también me di cuenta que no era un hotel común, era un hostal, un lugar diseñado para que los huéspedes convivan, conocí a personas de otros países participando en los eventos que organizaba el hostal como clases de salsa, comidas o excursiones a ver el atardecer, me fue muy fácil relacionarme la gente ya que era muy abierta y estaba predispuesta a compartir y hablar con los demás, en especial recuerdo un amigo Chileno llamado Nacho, quien siempre me incluía en los eventos. Esto es lo que buscaba: una comunidad. Además el contacto con la naturaleza, el mar y un clima relajado hacían una perfecta combinación para estar contento, diario al despertar era como estar en un sueño, un sueño inesperado.

Me gusto tanto que decidí regresar a CDMX, deje de rentar y regrese a vivir a puerto escondido, donde tome clases de salsa, así conocí a Ximena una chica con la que conecte muy bien y me ayudo a integrarme con mas amigos con quienes íbamos de fiesta y nos divertíamos, por primera vez en mucho tiempo sentía que pertenecía a un lugar y un grupo de personas, tuve nuevas experiencias que jamás había vivido, como embriagarme, bailar, jugar, era feliz estando en comunidad.

Pero todo tiene un fin y este perfil de gente increíble que conocí eran viajeros que con el tiempo se fueron, Ximena también se fue y me encontré solo nuevamente.

Diferentes lugares nos permiten experimentar emociones diferentes, enfrentarnos a otras realidades y si queremos permanecer en ellos nos obligan a adaptarnos a cambiar. En puerto escondido aprendí a ser mas abierto con la gente, a aceptarlos y comprenderlos mejor, Mejore mis habilidades de conversación y disminuí mi miedo al rechazo, el entorno y la gente alrededor cooperaron para que esto fuera posible, también descubrí mi pasión por bailar salsa, relacionarme con la gente me brindaba felicidad, los momentos mas felices y memorables los viví compartiendo experiencias con otras personas: compartiendo un silencio, una sonrisa, carcajadas, divirtiéndonos jugando, bailando, instintivamente deseaba poder relacionarme y ahora lo estaba experimentando.

En nuestra época esta sobre valorado lo que puede hacer el dinero, llegar a cierto nivel económico para vivir es importante pero después todo lo demás es vanidad, esto explica porque podemos ver ricos miserables debido a sus malas relaciones y al mismo tiempo ver personas que tienen lo básico para vivir pero al estar rodeadas de afecto y amor pueden ser felices.

Ahora busco tener mejores relaciones con las personas y valorarlas mas, me sigue siendo un trabajo difícil porque el miedo a no encajar y no entender a las personas sigue ahí, pero al menos se por donde va el camino que quiero caminar, mi camino implica conectar mas profundamente con las personas, amar y ser amado en lugar de únicamente lograr objetivos y enfocarme en mi mismo, espero algún día encontrar alguien con quien compartir la vida. También me di cuenta que las personas viajeras están mas abiertas a relacionarse así que decidí convertirme en un viajero entre otras cosas para estar mas con este perfil de gente, y vaya que he encontrado gente maravillosa.

Por mucho tiempo me quede sin intentar experimentar cosas muevas, solo siguiendo el guion, fue hasta que estuve arto de mi realidad que decidí aventurarme a lugares desconocidos para realmente VIVIR.

Gyo

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